REFLEXIÓN PERSONAL ( pizarras digitales)
El día 18 de diciembre realizamos nuestra presentación sobre las pizarras digitales. En un principio la idea era realizar un recorrido en 3D por un museo, y aunque la idea era bastante buena, había algo que no nos terminaba de convencer, así que decidimos enfocar todo el trabajo solamente en un artista, Velázquez y en dos de sus obras que considerabamos más importantes, las meninas, y las hilanderas.
En nuestro caso realizamos la exposición para las personas de clase y también contamos con la presencia de un grupo de chicos/as que procedían de un proyecto, "proyecto campus" el cual trabaja con niños con discapacidad intelectual. Nos contaron como trabajan, que es lo que están aprendiendo sobre las TIC y en que consiste este proyecto, que realmente es parecido al que se realiza con los chicos de laboral en la UAM, y que una de las finalidades es la inserción laboral de estos chicos.
La profesora encargada de enseñar a todos ellos y abrirles las puertas de las TIC, también realizó estudios de magisterio infantil como nosotros, algo que nos ayuda a pensar que no todo se termina en una escuela, y existen otros campos como este que en mi caso jamás rechazaría ya que me parece una muy buena experiencia como profesional y también a nivel personal.
Una vez que terminaron de explicarnos que era lo que hacían y lo que estudiaban, se dividió la clase en dos, una parte de mis compañeros se quedaron con algunos de los chicos de la otra clase y los demás vinieron a ver la exposición.
Cómo todos no cabíamos en el aula de las pizarras digitales, realizamos la exposición dos veces, aunque una de ellas apenas duró 10 minutos porque no contábamos con apenas tiempo.
Yo fui la primera en exponer y aunque estaba nerviosa, pensé que lo iba a estar mucho más, la segunda vez sin embargo me pareció lo más fácil del mundo, al final la práctica también te da seguridad.
El trabajo con la pizarra digital en un principio parecía lo más difícil del mundo, no sabíamos lo que podíamos hacer, ni como trabajarlo, pero poco a poco fue saliendo como queríamos.
Con este trabajo también quisimos demostrar las utilidades que se pueden dar a las pizarras, en mi caso que realicé historia del arte en bachillerato, habría dado lo que fuera con contar con esta ayuda, ya que aún recuerdo el proyector con las diapositivas, que aunque hacían su función, nada que ver con todo lo que se puede llegar a realizar de una forma mucho más amena, y con una mejor calidad para la enseñanza. Por mi parte existía algo de miedo porque no le gustara a la gente, ya que siempre que hablamos de arte, las personas lo relacionan con "tostón" pero gracias a que contabamos con la ayuda de nuestra licenciada en arte, pudimos dar la vuelta a todo y adentrarnos en otro mundo y como bien dijimos en la presentación hacer una doble mirada e ir un poco más allá y descubrir la cantidad de secretos que esconden muchos cuadros. En este caso no solo aprendimos sobre pizarras digitales, sino que esto nos ayudó a recordar e incluso a aprender algo más sobre el mundo fascinante de la historia del arte. Nuestra exposición salió perfecta y todos los miedos desaparecieron cuando hablamos con la gente y nos mostraron su interés y su gusto por el trabajo que realizamos.
Tengo que decir que me habría gustado poder intercambiar conocimientos, impresiones o simplemente hablar con los chicos del proyecto campus, ya que nosotras solamente nos centramos en nuestra exposición, aunque también fue un gusto que pudieran participar de ella.
Cristina nos ha dado la oportunidad que vayamos a presentarla de nuevo a su centro y lo haremos con muy buen gusto, para esas fechas tendremos también terminado el otro trabajo, así que podremos mostrarselo y esperamos que les guste tanto o más que el anterior.
Un trabajo largo y costoso, que una vez más termina con éxito, con el que mis compañeras me demuestran que somos "una sola" esto se llama equipo y me alegro de estar en el. Gracias a todas.
Esther Navas Perulero